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Conversaciones poco comunes – Quinta parte: Recuerdos de Martin Luther King

David Steindl-Rast

El hermano David y Thich Nhat Hanh recuerdan a Martin Luther King, luchador contra el racismo, opositor a la guerra de Vietnam y Premio Nobel de la Paz. Tres hombres, de tres razas distintas, de tres religiones distintas, y un sueño en común: una sola humanidad, sin divisiones.



Texto completo del video

Hermano David: Yo estaba estudiando zen en la Sociedad de Estudios Zen de Nueva York. Fui a la iglesia de Riverside; creo que era Hans Küng quien estaba dando una conferencia allí. Apenas terminó la conferencia, se nos anunció que, lamentablemente, Martin Luther King había sido asesinado.

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Martin Luther King

Thich Nhat Hanh: Por esos días yo estaba muy enfermo, no podía comer nada. Cuando supe de la muerte de Martin Luther King, sentí una mezcla de ira y desaliento. Pocos meses antes me había encontrado con él en Génova, durante una conferencia por la paz. Martin Luther King estaba alojado en una planta alta junto con su equipo, y me invitó a subir para desayunar con él, pero justo en ese momento me hicieron una entrevista, por lo que me demoré en subir, pero él conservó mi desayuno caliente. Esa fue la última vez que nos vimos. Le dije que en Vietnam, quienes luchamos por la paz y por los derechos humanos, lo consideramos un bodhisattva (iluminado) viviente. Se alegró mucho de oír esto. Tuve la suerte de poder decírselo antes de su muerte. Lo que he estado haciendo desde entonces es construir comunidades, y lo hago también por él.

Hermano David: Es por eso que cuando llegué aquí anoche, fue para mí una gran alegría ver que en cierto modo has hecho realidad aquel “sueño”(*). Me pregunto si alguna vez el sueño de Martin Luther King podrá hacerse realidad a gran escala. Quizás solo se concrete en pequeñas comunidades, como Plum Village, o en pequeños monasterios por aquí y por allá…

En una comunidad debe haber armonía, hermandad, un ideal común, y todos deben comportarse como células de un mismo cuerpo, sin discriminación.

Thich Nhat Hanh: Martin Luther King hablaba de comunidades de amor, ya que era consciente de que sin una comunidad no se puede hacer mucho. Esto es cierto en el caso de Buda. Un buda sin una sangha (comunidad) no puede hacer mucho. Martin Luther King lo sabía, por eso hablaba de comunidades de amor como una forma de hacer realidad su sueño. En una sangha, una comunidad, debe haber armonía, hermandad, un ideal común, y todos deben comportarse como células de un mismo cuerpo, sin discriminación. Con una comunidad así, puedes hacer realidad cualquier sueño que tengas. Pienso que Martin Luther King lo sabía, por eso su preocupación fue la de construir la comunidad.


(*) Hace alusión al discurso más conocido de Martin Luther King, pronunciado el 28 de agosto de 1963, durante la marcha en Washington por el trabajo y la libertad. El discurso es conocido popularmente como I Have a Dream (Yo tengo un sueño). King sueña con una sociedad diferente, en la que blancos y negros puedan convivir en paz y como iguales. Es considerado una pieza maestra de retórica, y decisivo para los objetivos del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Ofrecemos a continuación un extracto:

Yo tengo un sueño: Que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo. Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño: Que un día en las coloradas colinas de Georgia, los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo un sueño: Que un día, incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño: Que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter.
¡Yo tengo un sueño hoy!
[…]
Yo tengo un sueño: Que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.
[…]
Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.
[…]
Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día, cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de aquel viejo negro spiritual: “¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡Por fin somos libres!”

Reflexiones:

  1. REPLY
    maria Cristina Ponce Gil dice:

    Cada palabra, cada idea es hoy ACTUALIDAD ,el mundo las debería volver a recordar.

  2. REPLY
    Maria Cristina Pereira dice:

    Lo comparto sobretodo en esta época q es importante lo vea y conozca nuestra juventud

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