“El otoño es una clase maestra en el arte —y la necesidad vital— de soltar”. Hagamos eco en nuestra vida de las invitaciones que nos hace la naturaleza.
Compartimos una invitación a “profundizar nuestra relación personal con la naturaleza, y a entrar en una sentida comunión con las incontables formas de vida con las que compartimos el planeta tierra”, como un antídoto para nuestras vidas agitadas y adormecidas por la rutina.
El filósofo y poeta Ralph Waldo Emerson describe magníficamente lo que ocurre en el alma cuando ella responde al llamado de conectar con la naturaleza.
¿Qué es el impulso evolutivo, y cómo se manifiesta en la vida de las personas? ¿Puede el reverdecer de la primavera ayudarnos a evocar esa fuerza primigenia?
¿Qué te provoca el bosque, el campo, el desierto, la montaña, los ríos y océanos? Estos cinco paisajes arquetípicos nos conmueven de una manera particular, porque evocan en nosotros distintas vivencias interiores. Explorarlos es explorarnos. ¡Te invito hacerlo juntos!
Y otra vez, llegó el día del reverdecer, y nunca es demasiado pronto. La primavera nos invita a brotar, a concretar metas, a dar pasos decididos en dirección de nuestros sueños.