Virginia Gawel
El 2 de octubre se celebra el Día internacional de la no violencia, en el aniversario del nacimiento del Mahatma Gandhi. Hagamos de la no-violencia nuestra elección.
Es tu elección posible, en cada acto
Es necesario que la no-violencia (Ahimsa, en Oriente, cuyo símbolo es la mano erguida) se vuelva un modo de ser, de vivir, de elegir, de protestar, de votar, de consumir, de habitar nuestro planeta, de alimentarnos sin hacer sufrir, de amar. Para eso hace falta conocerla, educarse en ella. No pierdas oportunidad de comprender de qué se trata. La familia humana requiere que cada individuo encarne la no-violencia, que no es pasividad: es fortaleza de espíritu que descarta de plano la intención de dañar, en cualquier área que sea (inclusive en el vínculo consigo mismo).
Elijamos este día para hacer un voto de no-violencia. A partir de allí, el “modo automático” va transformándose, y el trabajo sobre sí nos vuelve alfareros de nuestra identidad, de nuestro destino. Quienes creemos en los valores de la no-violencia podemos comprometernos a estudiarla y a volverla una práctica concreta. Gandhi lo dijo de un modo radical: “Creer en algo y no vivirlo es fundamentalmente deshonesto”. Es lo que sucede en los discursos que solo adornan los hechos para que parezcan otra cosa, y en algunas vidas que tienen un doblez no compatible con la práctica de ahimsa.
Recomiendo el libro “La comunicación no violenta”, de Marshall Rosenberg: un modo bien concreto de aplicar esta mirada a los vínculos de cada día.
¡Un abrazo fraterno que se multiplique!
Virginia Gawel
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