El 16 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Tolerancia. Fue instituido por las Naciones Unidas en 1995, en que se celebró, a instancias de la UNESCO, el Año Internacional de la Tolerancia. Que esta conmemoración sea un nuevo llamado al diálogo y a la comprensión mutua, en un mundo tan lastimado y dividido.
“La regla de oro”, óleo de Norman Rockwell. (“Haz a los demás lo que quisieras que hagan contigo”)
En 1995 se celebró el Año Internacional de la Tolerancia. El 16 de noviembre de ese año se aprobó la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, que entre sus párrafos declara:
«La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.»
¡Qué actuales son estas palabras en nuestros días, en que aún estamos conmovidos por los recientes hechos de violencia! Más conmovidos quizás por los atentados terroristas en París, debido a una mayor exposición mediática. Y, aunque menos difundidos, deberían también conmovernos el atentado terrorista en Beirut, los constantes atentados en Siria…
La tolerancia es un valor que ha aprenderse e inculcarse. Los grandes gestos se construyen a partir de pequeños gestos. ¿Cómo podremos esperar que haya respeto y tolerancia entre las naciones… si no comenzamos por respetarnos en el seno de la familia, en el trabajo? Como dice el Secretario General de las Naciones Unidas, la tolerancia ha de construirse “desde los patios de recreo en las escuelas”.
La tolerancia implica unidad en la diversidad. La paz será posible solamente cuando, más allá de las diferencias que nos dividen, los seres humanos nos enfoquemos en aquello que nos une como humanidad. Compartimos un par de pensamientos que en este Día de la Tolerancia nos llaman a la reflexión:
– Si no hay paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos los unos a los otros.
Teresa de Calcuta
– Toda porción de la tierra es nuestra patria, todo hombre es pariente y hermano, y esta unidad viene a desenmascarar toda separación de razas y pueblos, ricos y pobres… He ahí el punto al que volvemos cuando una terrible necesidad abre nuestros oídos y le permite a nuestro corazón volver a amar.
Hermann Hesse
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