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Es hora de decir ¡basta!

En el marco de la cumbre internacional sobre el cambio climático, la ONU hace un llamado urgente a tomar medidas en serio para terminar con un modelo que solo conduce a la autodestrucción.


Del 1 al 12 de noviembre se lleva a cabo en Glasgow (Escocia) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Compartimos a continuación el discurso de apertura del Secretario General de la ONU, António Guterres.


Es hora de decir ¡basta!

Excelencias,

Los seis años transcurridos desde el Acuerdo de París han sido los seis años más calurosos de los que se tiene registro.

Nuestra adicción a los combustibles fósiles está llevando a la humanidad al borde del abismo.

Nos enfrentamos a una difícil decisión: o acabamos con esta adicción, o ella acabará con nosotros.

Es hora de decir ¡basta!

Basta de maltratar la biodiversidad.

Basta de matarnos con el carbono.

Basta de tratar a la naturaleza como un retrete.

Basta de quemar, perforar y excavar a mayor profundidad.

Porque lo que estamos cavando es nuestra propia tumba.

Nuestro planeta está cambiando ante nuestros ojos: desde las profundidades del océano hasta las cimas de las montañas; desde el deshielo de los glaciares hasta los incesantes fenómenos meteorológicos extremos.

Nuestro planeta está cambiando ante nuestros ojos: desde las profundidades del océano hasta las cimas de las montañas; desde el deshielo de los glaciares hasta los incesantes fenómenos meteorológicos extremos.

El aumento del nivel del mar es el doble que hace 30 años.

Los océanos están más calientes que nunca, y se calientan más rápido.

Partes de la selva amazónica emiten ahora más carbono que el que absorben.

Los recientes anuncios de acción climática pueden dar la impresión de que estamos en camino de cambiar las cosas.

Pero es una ilusión.

El último informe publicado sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional mostró que éstas seguirían condenando al mundo a un calamitoso aumento de 2,7 ºC.

E incluso si los recientes compromisos fueran claros y creíbles –y existen serias dudas sobre algunos de ellos– seguimos avanzando hacia la catástrofe climática.

Incluso en el mejor de los casos, las temperaturas aumentarán muy por encima de los dos grados.

Así que, mientras inauguramos esta esperada conferencia sobre el clima, seguimos dirigiéndonos hacia la catástrofe climática.

Los jóvenes lo saben.

Todos los países lo ven.

Los países en desarrollo y los países vulnerables lo viven.

Para ellos, el fracaso no es una opción.

El fracaso es una sentencia de muerte.

El momento de la verdad

Excelencias,

Nos enfrentamos al momento de la verdad.

Nos acercamos rápidamente a los puntos de inflexión que desencadenarán espirales crecientes de calentamiento global.

Pero la inversión en la economía de cero emisiones netas, resiliente al clima, creará sus propias espirales: círculos virtuosos de crecimiento sostenible, empleos y oportunidades.

Tenemos que seguir avanzando.

El ejército de la acción climática, liderado por la juventud, es imparable. Es cada vez mayor. Hace cada vez más ruido. Y, les aseguro, no van a desaparecer. Yo estoy con ellos.

Varios países se han comprometido de forma creíble a alcanzar las emisiones netas cero a mediados de siglo.

Muchos han retirado la financiación internacional del carbón.

Más de 700 ciudades ya lideran el camino hacia la neutralidad del carbono.

El sector privado está despertando.

El ejército de la acción climática, liderado por la juventud, es imparable.

Es cada vez mayor. Hace cada vez más ruido.

Y, les aseguro, no van a desaparecer.

Yo estoy con ellos.

Excelencias,

La ciencia es clara. Sabemos lo que hay que hacer.

Reducir las emisiones de carbono

En primer lugar, debemos mantener vivo el objetivo de 1,5 grados centígrados.

Esto requiere una mayor ambición en la mitigación y una acción concreta inmediata para reducir las emisiones globales en un 45 % para 2030.

Los países del G20 tienen una responsabilidad especial, ya que representan alrededor del 80% de las emisiones de carbono.

Según el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas en función de las circunstancias nacionales, los países desarrollados deben liderar el esfuerzo.

Pero también las economías emergentes deben dar un paso más, ya que su contribución es esencial para la reducción efectiva de las emisiones.

Necesitamos la máxima ambición, de todos los países y en todos los frentes, para que Glasgow sea un éxito.

Insto a los países desarrollados y a las economías emergentes a que formen coaliciones capaces de crear las condiciones financieras y tecnológicas para acelerar la descarbonización de la economía y la eliminación del carbón.

Los países del G20 tienen una responsabilidad especial, ya que representan alrededor del 80% de las emisiones de carbono.

No nos hagamos ilusiones: si los compromisos se quedan cortos al final de esta COP, los países deben revisar sus planes y políticas climáticas nacionales.

No cada cinco años: cada año.

Hasta que se garantice el mantenimiento de 1,5 grados.

Hasta que se acaben los subsidios a los combustibles fósiles.

Hasta que haya un precio para el carbono.

Y hasta que se elimine el carbón.

Pero también necesitamos más claridad.

Hay un déficit de credibilidad y un exceso de confusión sobre las reducciones de emisiones y los objetivos netos cero, con diferentes significados y diferentes métricas.

Por eso, más allá de los mecanismos ya establecidos en el Acuerdo de París, hoy anuncio que crearé un Grupo de Expertos que proponga normas claras para medir y analizar los compromisos de cero emisiones netas de los actores no estatales.

Nuestro planeta nos está diciendo algo

En segundo lugar, debemos hacer más para proteger a las comunidades vulnerables de los peligros claros y presentes del cambio climático.

En la última década, casi 4.000 millones de personas sufrieron desastres relacionados con el clima.

Esa devastación no hará más que aumentar.

La adaptación funciona.

Los sistemas de alerta temprana salvan vidas. La agricultura y las infraestructuras climáticamente inteligentes salvan puestos de trabajo.

Todos los donantes deben destinar la mitad de su financiación climática a la adaptación.

Los bancos de desarrollo públicos y multilaterales deben empezar cuanto antes.

En tercer lugar, esta COP debe ser un momento de solidaridad.

El compromiso de 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática en apoyo de los países en desarrollo debe convertirse en una realidad de 100.000 millones de dólares de financiación climática.

La acción climática encabeza la lista de preocupaciones de la gente, en todos los países, edades y sexos. Debemos escuchar, debemos actuar y debemos elegir sabiamente.

Esto es fundamental para restaurar la confianza y la credibilidad.

Acojo con satisfacción los esfuerzos liderados por Canadá y Alemania para ayudarnos a conseguirlo.

Es un primer paso, pero retrasa el mayor apoyo durante años, sin garantías claras.

Los que más sufren, es decir, los países menos adelantados y los estados en desarrollo, necesitan financiación urgente.

Excelencias,

Las alarmas están sonando.

Nuestro planeta nos está diciendo algo.

Y también la gente en todas partes.

La acción climática encabeza la lista de preocupaciones de la gente, en todos los países, edades y sexos.

Debemos escuchar, debemos actuar y debemos elegir sabiamente.

En nombre de esta generación y de las futuras, les insto:

Elijan la valentía.

Elijan la solidaridad.

Elijan salvaguardar nuestro futuro y salvar a la humanidad.

Gracias.

Fuente: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). Puedes visitar su web aquí: https://unfccc.int/es


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