Retiro espiritual en Buenos Aires – Febrero de 2014

Finalizada su visita a la Patagonia, el hermano David brindó un retiro espiritual en Buenos Aires. Compartimos aquí los audios de sus reflexiones junto a una breve reseña de lo vivido durante estos días tan especiales.

Audios de las conferencias del retiro
Primera conferencia

Detenernos, mirar, actuar

Segunda conferencia

Qué, por qué, cómo

Tercera conferencia

Fe, esperanza, amor


retiro_espiritualFueron días de una verdadera renovación, una bocanada de aire fresco para el alma. El hermano David Steindl-Rast, combinando una profunda sabiduría con una gran humildad, nos condujo a través de tres simples pasos a la práctica de la gratitud, clave de la verdadera felicidad.

El punto de partida fue una frase de San Ireneo: Gloria Dei: homo vivens; vita hominis: visio Dei. Es una frase conocida, pero que muchas veces, al ser traducida, puede perder la fuerza y la riqueza que encierra. La idea es que el esplendor de la divinidad se manifiesta en la humanidad plenamente viva; el ser humano alcanza esa plenitud de vida en comunión con la Fuente de la  vida.

Este estar plenamente vivos nos conduce a vivir agradecidos, y el vivir agradecidos nos hace verdaderamente felices. Esta afirmación, que parece una frase hecha, encierra una gran verdad que todos podemos comprobar. Todos conocemos personas que tienen todo lo necesario para ser felicies, y sin embargo no lo son. ¿Por qué? Porque no valoran lo que tienen, no están agradecidos por ello. Por otro lado, conocemos personas que, en medio de grandes privaciones y dificultades, son felices. ¿Por qué? Porque valoran lo que tienen y lo agradecen.

Necesitamos, por lo tanto, tomar conciencia de todo lo que tenemos; de todos los dones que se nos ofrecen a cada momento. ¿Cómo podemos lograrlo? Mediante un simple método que consta de tres pasos: detenernos – mirar – actuar.

Detenernos

Muchas veces simplemente “pasamos” por la vida; la rutina y la agitación diaria nos impiden tomar conciencia de las oportunidades que se nos ofrecen a cada momento. Necesitamos hacer el hábito de detenernos a lo largo del día para valorar la vida misma y lo que ella nos brinda constantemente.

Mirar

Una vez que nos detenemos, podemos valorar lo que se nos ofrece. Un regalo que se nos ofrece constantemente es el momento presente. Cada momento de nuestras vidas es un don, es una oportunidad que tenemos que aprovechar. El “mirar” puede entenderse también como “escuchar”: cada momento, cada situación, cada persona con que nos encontramos es una Palabra que nos habla y a la que debemos prestar atención.

Actuar

Nuestra respuesta a esa Palabra, a ese momento, a esa oportunidad, es el tercer paso para esta plenitud de vida. La mayoría de las veces la vida nos ofrece la oportunidad de disfrutar, cosa que solemos pasar por alto. Disfrutar del simple hecho de estar vivos, de poder respirar, poder ver, tener un plato de comida… Sin embargo, si nos encontramos ante una situación conflictiva o dolorosa, también esto representa una oportunidad: oportunidad de aprender, de madurar, de hacer algo por cambiar una situación injusta…

Este método de detenernos – mirar – actuar nos lleva a esa plenitud de vida de la que habla San Ireneo, en la cual se manifiesta el esplendor divino: nos detenemos para entrar en el Silencio del Padre; escuchamos al Hijo, que es la Palabra manifestada en innumerables Palabras a lo largo del día; respondemos a esa Palabra obrando en el Espíritu.


retiro_2Agradecemos a todos los que hicieron posible este retiro espiritual: a la familia Rizzo que invitó al Hermano David y organizó el retiro junto con las familias Madero y Briozzo; a Patty Jacobs por su trabajo de intérprete; a las hermanas misioneras diocesanas por facilitarnos la casa; a Santiago Candusso por guiarnos en la meditación; a los padres Adrián Santarelli y Carlos Avellaneda por su acompañamiento espiritual. ¡Muchas gracias a todos ustedes por participar en este retiro! Los invitamos a enviarnos sus testimonios y comentarios, a compartir sus experiencias, y así alentarnos mutuamente a Vivir Agradecidos.