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Por qué necesitamos la Amazonia

La selva amazónica cumple un rol de suma importancia en la preservación de la vida en nuestro planeta, por lo que los incendios que hoy la están destruyendo es un asunto que nos incumbe a todos.


En Brasil hubo un aumento de incendios forestales en un 83% respecto al año pasado. Los incendios son consecuencia del avance de la deforestación y no de una temporada seca.

La Amazonia es considerada el pulmón del mundo porque absorbe millones de toneladas del dióxido de carbono presente en la atmósfera. Al reducir la cantidad mundial de este gas de efecto invernadero que calienta el planeta, contribuye a frenar el cambio climático. Pero su labor no termina ahí.

La importancia de la selva amazónica radica en garantizar la estabilidad del clima mundial.

La selva amazónica también desempeña un importante papel en la regulación del clima mundial, en la producción de agua dulce y en la conservación de especies de plantas que aún no han sido descubiertas por la ciencia y podrían tener beneficios en la medicina. Su desaparición no sólo amenaza, pues, a las miles de especies de plantas y animales y a los cientos de comunidades indígenas que habitan allí, sino que también tiene consecuencias a nivel mundial.

La Amazonia es un gran sumidero de carbono. Su suelo y vegetación contienen aproximadamente una cuarta parte de todo el carbono del mundo que se almacena en la tierra. Pero, a medida que el bosque disminuye, también lo hace su capacidad de servir como depósito de carbono masivo para el mundo.

Los árboles de la selva amazónica capturan millones de toneladas de dióxido de carbono para realizar la fotosíntesis. Este proceso posibilita el crecimiento y regeneración de los árboles y, además, reduce la cantidad del CO2 en la atmósfera y libera oxígeno.

Con menor extensión de selva, la cantidad de CO2 que ahora absorbe la Amazonia se verá reducida, como ya ha ocurrido. Hace tres décadas la selva capturaba el doble de toneladas que ahora (1.000 millones). Como resultado, el CO2 se liberará de nuevo hacia la atmósfera, lo que podría acrecentar el calentamiento global.

La importancia de la selva amazónica también radica en garantizar la estabilidad del clima mundial. Sus bosques tropicales y regiones boscosas (por ejemplo, las sabanas) regulan las lluvias y mantienen el ciclo del agua. Los árboles de la Amazonia intercambian grandes cantidades de agua y energía con la atmósfera. El agua liberada por las plantas asciende hacia la atmósfera mediante la evaporación y transpiración de las plantas y, posteriormente, fluye por el aire a diversas partes de América.

Este fenómeno, junto con la gran cantidad de agua que la cuenca del río Amazonas aporta al océano, influye en el clima mundial y en la circulación de las corrientes oceánicas. “Amazonia es nuestra, no suya”, respondía el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al ser preguntado por los registros de deforestación de Amazonia el mes pasado.

En este sentido, los activistas insisten en que si la destrucción de la selva representa una amenaza para todo el planeta, la propiedad es de todos.

Fuente: La Vanguardia

“Estoy profundamente preocupado por los incendios en la Amazonia. En medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La Amazonia debe ser protegida”.

Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.


Reflexiones:

  1. REPLY
    Isabel Senra dice:

    Muy buena info! Se deberia regular con leyes internacionales y el apoyo de todos los ciudadanos del mundo el no destruir el planeta y presidentes con ideas tan destructivas no se deberian dejar presentar como candidatos si quiera. Muy triste…esperemos frente al desastre cambiemos,nos unamos y no dejemos que destruyan este hermosisimo plaeta azul!

  2. REPLY
    Maria carilina salinas dice:

    Muy bueno el artículo!! Me sumo a las miles de personas que están tan preocupadas por el medio ambiente!
    Considero que todos los países deberían estar preocupados por este tema, y actuar en consecuencia

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