Tomar conciencia de las implicancias psicológicas que tiene el lugar simbólico que cada uno ocupó en su familia de origen y la relación que tiene tanto sobre los fenómenos corporales como con el tipo de posición que se ocupa en la vida cotidiana hoy, (en la pareja, en la profesión, con los grupos, con la familia actual).

¿De qué se trata?

Nacimos en el seno de una familia que nos acogió en este mundo, nos dio raíces profundas y una historia rica en valores, tradiciones y legados, tabúes, secretos y una forma particular de ver la vida transmitidos a lo largo de generaciones.

Esta familia modeló nuestra percepción del mundo y nos dejó un legado único… y tuvo tanta fuerza que se ha arraigado en nuestra identidad, afectando la forma en que nos manejamos en el mundo.

En nuestra historia dentro de esta familia de origen, normalmente tomamos un rol, un lugar o función, encarnamos un “personaje”, de manera de preservar nuestros vínculos y la integridad del sistema familiar. Jugamos así patrones o papeles de “dependientes”, “sostenedores”, “mediadores”, “defensores”, “receptores” o tantos otros que nos permiten cierta sensación de seguridad en las relaciones interpersonales.

Este lugar determina de alguna manera nuestro lugar en la vida, nuestras relaciones cotidianas, nuestra forma de estar en el mundo. El problema es que los lugares que ocupamos en ellas no siempre están al servicio de nuestro desarrollo…
Mi lugar en mi familia, muchas veces se altera por asuntos de enfermedad, muerte, duelo, situaciones injustas, exclusiones, movimientos de amor interrumpidos en mi propia generación, en las anteriores.

El sello de pertenecer que ha dejado tanta marca en nuestra identidad, no siempre nos impulsa hacia adelante o nos ayuda a crecer; a menudo, puede alejarme de mi naturaleza original, limitar nuestro verdadero potencial y a menudo pasamos por alto los caminos que nos pueden llevar hacia nosotros mismos.

Muchas veces nos resulta muy difícil dar cuenta de cómo las experiencias con nuestra familia de origen condicionan hoy nuestras respuestas ante la vida.

Con este taller, ponemos nuestra intención en facilitar los caminos para dar luz a ese lugar ocupado en nuestra familia y actualizado en nuestros escenarios presentes de forma repetida e inconsciente. Poner la mirada en las voces y guiones familiares grabados en nosotros, la comprensión de ese lugar que ocupamos en ella y cómo lo seguimos ocupando en otros grupos sociales.

Materiales de trabajo:

En el caso en que tengan muñecos de maderas para constelaciones, o por ejemplo play mobiles, fichas de ajedrez, fósforos, piedras o adornos de escritorio, seria bueno que los tengan a mano en el momento, lo usaremos en una dinámica individual.

Matías Muñoz Psicólogo que desde la curiosidad busca la integración de distintas miradas sobre la complejidad humana. Cursó la Lic. en Psicología en la Universidad del Salvador, en donde confirmó su pasión por el ser humano y sus manifestaciones. Sus formaciones más significativas una vez terminada la carrera, giraron en torno al psicodiagnóstico y al conocimiento de teorías psicoanalíticas, sistémicas y humanísticas.