Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo, y a exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
—Paulo Coelho
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo, y a exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
—Paulo Coelho