Nuestra evolución personal y madurez implican transformaciones dolorosas. Para que brote en nosotros la semilla del amor, la vida rompe cáscaras y máscaras… Reflexiones de Bert Hellinger.
La vida te desilusiona, hasta que dejas de vivir de ilusiones y ves la realidad.
La vida te destruye todo lo superfluo, hasta que queda solo lo importante.
La vida no te deja en paz, hasta que dejas de luchar y aceptas todo lo que es.
La vida te retira lo que tienes, hasta que dejas de quejarte y agradeces.
La vida te envía personas conflictivas, hasta que sanas y dejas de reflejar afuera lo que tienes adentro.
La vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la lección.
La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas de querer controlar y fluyes como un río.
La vida te pone enemigos en el camino, hasta que dejas de reaccionar.
La vida te asusta y sobresalta todas las veces que sean necesarias, hasta que pierdes el miedo y recobras tu fe.
La vida te quita el amor verdadero o no te lo concede, hasta que dejas de intentar comprarlo con baratijas.
La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo.
La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la luz.
La vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlarlo todo.
La vida te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuchas.
La vida te envía rayos y tormentas, hasta que despiertas.
La vida te humilla y derrota una y otra vez, hasta que decides dejar morir a tu ego.
La vida te niega los bienes y la grandeza, hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir.
La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no las necesitas, sino solo desaparecer de las formas y volar desde el Ser.
La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro.
La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender a vivir.
La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie, y así te conviertes en Todo.
La vida no te da lo que tú quieres, sino lo que necesitas para evolucionar.
La vida te lastima, te hiere y te atormenta, hasta que renuncias a tus caprichos y agradeces el poder respirar.
La vida te oculta sus tesoros, hasta que emprendes el viaje y sales a buscarlos.
La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos y en todo.
La vida te acorta, te poda, te quita, te rompe, te desilusiona, te agrieta… hasta que en ti solo queda el Amor.
Reflexiones:-
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Agueda dice:
26 septiembre, 2019a las08:04Este texto, hermoso por cierto tira por tierra todas mis expectativas y reclamos y me anima a caminar sobre las aguas de la incertidumbre. A veces la vida duele.
moni dice:
12 septiembre, 2019a las15:34para Nartita
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