Según Br. David, la máxima expresión de la libertad y del poder de elección está en sintonizar con el principio rector de la vida y del universo, y fluir con él. Solo así podemos alcanzar nuestros anhelos más profundos.
Segunda parte del artículo del hermano David acerca de la necesidad de fundamentar la ética en la experiencia religiosa humana básica. Esta experiencia, común a todos, nos muestra que nos pertenecemos mutuamente. Si comprendemos esta vivencia, comprenderemos mejor conceptos éticos básicos como los aquí explicados del amor y la obediencia.