Ha fallecido Claudio Naranjo, pionero en la integración entre psiquiatría y espiritualidad, y promotor de una educación más humanista e integral. Compartimos palabras acerca de su pensamiento sobre la reforma educativa.
El pasado 12 de julio ha fallecido el reconocido psiquiatra Claudio Naranjo, considerado uno de los pioneros en la integración entre psiquiatría y espiritualidad. Fue uno de los máximos exponentes de la psicología transpersonal en el mundo, y uno de los principales desarrolladores del eneagrama.
La Fundación Claudio Naranjo anunciaba su partida con estas palabras:
“Con dolor y amorosidad os queremos comunicar el fallecimiento de nuestro querido Maestro Claudio Naranjo la pasada noche en su residencia de Berkeley (EEUU). Os rogamos le tengáis presente en vuestras meditaciones y oraciones. Que su amor y sabiduría nos acompañe siempre y permita que sigamos creciendo como él nos ha enseñado. Buen camino, Maestro. Nuestra eterna gratitud”.
Claudio Naranjo fue también un gran impulsor de la reforma de la educación, convencido de que las escuelas no deben limitarse a impartir conocimientos, sino promover el desarrollo integral del ser humano. Compartimos a continuación una semblanza de su pensamiento respecto de la reforma educativa, publicada poco antes del fallecimiento de Naranjo.
“Si queremos mejorar nuestra sociedad, necesitamos personas más completas. Eso es algo que solo conseguiremos si cambiamos la educación”, reconoce el chileno Claudio Naranjo, exprofesor de la Universidad de Berkeley, psiquiatra, escritor prolijo y, posiblemente, uno de los grandes sabios sobre el conocimiento del ser humano. Hace décadas que inició una cruzada para conseguir que la educación sea más humanista y permita el desarrollo integral del ser humano. Ese propósito lo desarrolla a través de una formación en el autoconocimiento por la que han pasado en las últimas décadas más de 100.000 personas en 10 países. Su pasión se centra en impulsar la transformación del sistema educativo y pasar del modelo actual, en el que prima todo lo relacionado con lo intelectual, a otro sistema integral que fomente el humanismo. Pero todavía queda mucho camino por recorrer.
“La educación se parece más a la jardinería que a la carpintería”. Mientras un carpintero sigue un plano preestablecido y no se sale del mismo, el jardinero se enfrenta al misterio.
“La educación se parece más a la jardinería que a la carpintería”. Mientras un carpintero sigue un plano preestablecido y no se sale del mismo, el jardinero se enfrenta al misterio.
En la educación actual, los niños y los jóvenes son tratados como meros espectadores que deben ceñirse a unos estándares. En contadas ocasiones se les ofrece la posibilidad de descubrir todo su potencial. Naranjo lo evidencia con una metáfora: “La educación se parece más a la jardinería que a la carpintería”. En su opinión, mientras un carpintero sigue un plano preestablecido y no se sale del mismo, el jardinero se enfrenta al misterio. Desconoce cuál va a ser el resultado final de su trabajo, y deja los espacios de libertad al ser que acompaña y ayuda. Cuando se educa en libertad se producen mentes despiertas, creativas, que no viven a medias y que no van al colegio solo a aprobar un examen o a cumplir un mero trámite. Pero para dar ese paso se requiere tomar decisiones importantes y valientes que dependen de cada uno de nosotros. Veamos algunas de las que propone nuestro experto.
Te invitamos a compartir tus reflexiones: