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El cerebro adolescente

Una mirada a la adolescencia enriquecida con datos que ofrecen las neurociencias nos permite ir más allá de sus desafíos y problemas para abordarla como una etapa de grandes posibilidades.


El cerebro adolescente, claves para entenderlo mejor

La adolescencia es una etapa de la vida en la que ocurren grandes transformaciones, y culturalmente solemos poner el acento en los aspectos desafiantes e incluso negativos de dichos cambios. Se habla muchas veces de los adolescentes como generadores de problemas, dolores de cabeza, tensiones y malestar para padres, formadores, tutores.

¿Podemos transformar esa mirada y navegar esta etapa como si fuera un mar de buenas posibilidades? ¿Podemos habitarla con presencia y conciencia, agradecidos por la posibilidad de apoyarlos y guiarlos mejor? Sí, y la neurociencia realiza grandes aportes en este sentido. Si aprendemos más sobre cómo funcionan sus cerebros, podremos situarnos de otra manera y convertirnos en buscados compañeros de ruta para ellos.

La ciencia muestra que por cómo se desarrollan cerebralmente, la adolescencia es un período de oportunidad para conectar profundamente con los pares, aprender acerca de la toma de decisiones y de la regulación de las emociones, y es un momento para descubrir intereses, pasiones y explorar valores que luego van a impactar en la vida adulta.
Este período amplio está comprendido entre la aparición de la pubertad, que marca el final de la infancia, y el inicio de la edad adulta (independencia económica, vida de pareja y paternidad/maternidad). Se estima que esta etapa abarca entre los 10 y los 24 años de vida (Susan Sawyer et al, 2018).

Durante la adolescencia se producen grandes cambios en la maduración y en la organización del cerebro que le dan sustento a los cambios cognitivos, emocionales y conductuales que suceden en este momento de la vida. El proceso de maduración está influenciado por la genética y por múltiples factores ambientales y sus interacciones. Conocer estos cambios desde la mirada de la neurociencia puede aportar nuevos conocimientos a padres y educadores para acompañarlos mejor, y más alienado con lo que realmente necesitan.

Comparto aquí dos claves del cerebro adolescente, focalizadas en rasgos generales de la maduración cerebral en esta etapa, teniendo en cuenta que existen diferencias individuales en el desarrollo y que no todos los adolescentes presentan las conductas típicas de la adolescencia. Estas pautas, entre varias más, nos posibilitan conocerlos mejor.

Clave 1: Período de remodelación de la estructura cerebral

El tejido cerebral está compuesto por una capa superficial que llamamos sustancia gris, donde se encuentran los cuerpos de las neuronas, y por una capa más profunda, la sustancia blanca compuesta por axones, que se desprenden del cuerpo de la neurona y son los responsables de conectar las diferentes áreas cerebrales. Los estudios por imágenes como la resonancia magnética nuclear nos muestran que en esta etapa se observan dos fenómenos importantes: por un lado, se produce una disminución de la sustancia gris, a través de un proceso que se denomina la poda neuronal, por el cual se eliminan las neuronas que no son frecuentemente utilizadas. Por el otro lado, ocurre el fenómeno de mielinización, por el cual los axones se rodean de mielina (capa de grasa), que hace que la transmisión de la información sea más rápida. Ambos procesos, la poda neuronal y la mielinización, son dependientes del contexto y de las experiencias, y tienen como finalidad modelar el cerebro para que sea eficiente en el contexto en el que se encuentra.

Cabe destacar que estos cambios ocurren predominantemente en la corteza prefrontal del cerebro, un área que está a cargo de las funciones ejecutivas: la toma de decisiones, la organización y planificación de la información, la estrategia, la regulación de las emociones y de los impulsos y la teoría de la mente o toma de perspectiva. Todas estas funciones son las que están madurando en esta etapa. También sabemos por estudios por imágenes que las áreas de procesamiento de las emociones y recompensa ya están maduras en esta etapa de la vida. Podemos concluir entonces que en este período tenemos: por un lado, la corteza prefrontal que está en pleno desarrollo (poda neuronal y mielinización) y por el otro, las áreas subcorticales encargadas de procesar las emociones y las recompensas ya desarrolladas. Esta relación particular que se da en la adolescencia entre la corteza prefrontal, encargada de regular las emociones e impulsos, en desarrollo, y los centros subcorticales límbicos (de procesamiento emocional y recompensa) son los que pueden afectar las conductas de autorregulación, control de impulsos y toma de decisiones.

Clave 2: Son muy curiosos por lo novedoso

En esta etapa hay un aumento de la actividad de los sistemas de recompensa del cerebro que utilizan dopamina. Esto promueve el impulso de búsqueda de gratificación y placer que se caracteriza por un énfasis de los objetivos a corto plazo, muchas veces sin considerar implicancias a largo plazo. Esto se manifiesta como una mayor vulnerabilidad a presentar conductas impulsivas a veces riesgosas y mayor vulnerabilidad a adicciones (una mayor liberación de dopamina luego del consumo favorece la aparición del ciclo adictivo). Es interesante aclarar que estas conductas se incrementan en compañía de pares y disminuyen cuando están solos o en compañía de un adulto significativo.

Sabiendo claves como éstas, crece nuestra conciencia sobre lo que están atravesando, y podemos potenciar esos cambios con conciencia, amor y más paciencia con sus procesos. Es una invitación maravillosa que como padres y educadores podemos aprovechar para co-crear una nueva mirada sobre los adolescentes, que la necesitan.

Lorena Llobenes


Lorena Llobenes es médica por la Universidad de Buenos Aires. Es neuróloga infantil, estudió prácticas contemplativas y medicina ayurvédica. Es instructora matriculada de mindfulness. Es responsable de contenidos del programa Presencia en Educación.


Si estás interesado/a en conocer más sobre este tema, la Dra. Lorena Llobenes ofrecerá un taller online en el que compartiremos las características neurobiológicas del desarrollo de los adolescentes para entenderlos y acompañarlos mejor. Habrá tiempo para preguntas y respuestas.

Te esperamos el martes 30 de mayo, de 19:00 a 20:30 hs. (hora de Argentina), en vivo por la plataforma Zoom.


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