El hermano David Steindl-Rast analiza la paradoja de estar totalmente inmersos en una realidad (Dios, la vida, el misterio…) y al mismo tiempo poder tener una relación con dicha realidad.
Quisiéramos ser felices pero… por un lado, el sistema nos ha confundido acerca de qué es la verdadera felicidad. Por otro lado, la educación recibida nos hace sentir que no nos merecemos ser felices.
Situaciones complejas requieren sencillez de nuestra parte. “Una persona sencilla ve mucho más claramente que la persona compleja; su experiencia es más directa”, afirma Jiddu Krishnamurti.
Solemos pensar nuestras prácticas como hábitos o destrezas que cultivamos, para poder vivir una buena vida. ¿Pero qué pasa si pensamos a la vida misma como práctica? ¿Qué nuevas puertas se abren?